domingo, 18 de agosto de 2013

Así es el fútbol...

El corazón late con más fuerza, la sangre se calienta al punto de ebullición, la adrenalina nos pone en estado de supervivencia y los sentidos se agudizan cuando el balón rueda en el rectángulo de asfalto. Así se vive el fútbol. No se requiere un estadio con gradas repletas de porras y con la majestuosidad de una construcción al más puro estilo del Coliseo Romano. No, el fútbol vive sin el glamour, vive sin años de entrenamientos arduos como otras disciplinas, sin cámaras de televisión, sin patrocinadores, vive también sin pasto e incluso vive sin nombres ni playeras. Quizás sólo el boxeo se pueda comparar en la simpleza de su ejecución, no así en la valentía que requiere levantar los puños en aras de evitar una catástrofe. El fútbol se vive con balón o sin balón, con una botella vacía, con hombres y mujeres compartiendo al mismo tiempo el placer de correr y descargar la furia en contra una portería o un simple par de piedras. No mienten los anuncios cuando dicen que este deporte nos une pues resulta que su poder de convocatoria es inusual. Real o virtual, el deporte más famoso del planeta tiene el poder de un imán que atrae a millones. Quizás sea algún conjuro que antiguos recitaron para castigar a un pueblo... no, un castigo jamás, el fútbol es sencillamente, una bendición. 

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